Siembra, luego cosecha
Por Lenka Kegevic
Hace algunos días mi hijo mayor se quejaba por algo que le había hecho su hermano chico. entonces yo le comenté que estaba cosechando lo que sembró. Qué él le mostró primero ese comportamiento y ahora su hermano chico lo aprendió y lo repite. Entonces le explicaba que cuando uno sembraba algo, esperaba ver crecer lo que sembró. Cuando siembras semillas de limones, esperas ver crecer un árbol de limones; cuando siembras lechugas, esperas ver crecer lechugas.
Mientras le explicaba esto, mi “yo” subliminal me repetía de forma bastante insistente “escúchate, escúchate”. Y si. Me tuve que escuchar. Y aunque escuché mucho cargo de conciencia, creo que el trabajo real está ahí. Primero dejar de escuchar para empezar a actuar. O sea, sembrar lo que quiero ver crecer.
Y segundo, descubrir y regar lo que ha crecido que es bueno. Ratito después por algo me enoje y me mire y me dice “respira mamá, tranquila. ¿Quieres un beso?” ¡Esa siembra es mía! Qué maravilla. ¡Tengo que continuar regando eso que ya está creciendo!
Aprecio y agradezco estas cosechas, y no le restan importancia ni protagonismo al trabajo que se viene ahora: sembrar consistentemente lo que quiero ver crecer en mis hijos.
Tremendo desafío, tremendo trabajo, tremendo privilegio, tremenda oportunidad. ¿Te unes?
Lenka Kegevic
Psicóloga Educacional UC