Sale la culpa, entra el gozo
Por Lenka Kegevic
Sale la culpa, entra el gozo.
Cuando somos padres hay muchos momentos en que la culpa ocupa un tiempo importante en nuestras mentes. Siempre nos vamos a equivocar, la gracia (y la dificultad) está en aprender de los errores. Siempre van a existir los errores o cosas que no podemos controlar y sentirnos culpable por eso es nuestra elección, consciente o inconsciente, de buscar un estándar que puede ser poco realista, o de elegir masticar la culpa en lugar de perdonarnos.
Como alternativa, podemos buscar aprender de lo que no hicimos tan bien, sea para mejorar lo mejorable, o para adecuar nuestro estándar a nuestra realidad y a como nosotros funcionamos. Un estándar más alto del que podemos alcanzar genera estrés, cansancio y frustración porque nunca se consigue. Darnos cuenta que debe ser ajustado, es el primer paso para comenzar a dejar salir la culpa y entrar el gozo en la tarea de paternar. Podemos elegir perdonarnos, sanar y disfrutar lo que se puede hacer bien. Dejar de usar nuestra energía para centrarnos en el pasado, y aprovecharla disfrutando el presente.
Porque “…no hay forma de ser una madre perfecta y millones de formas de ser una buena madre” (Jill Churchill). Esto también aplica para los padres.
Lenka Kegevic
Psicóloga