Anoche la tierra se movió
Por Lenka Kegevic
Anoche la tierra se movió
El terremoto vivido anoche, y sus numerosas réplicas, debe haber despertado muchas ansiedades en los adultos y niños que vivimos este evento en el 2010. A varios de los que están experimentando un terremoto por primera vez también se le despertarán emociones que podrían ser nuevas, en especial al ver las reacciones de los adultos, que muchas veces podemos no guardar la calma como nos gustaría.
Habrán niños a los que no les afecte de forma evidente, y otros que se habrán puesto evidentemente nerviosos o asustados. Lo mismo que los adultos.
Ante este tipo de eventos, como cualquier evento traumático (traumático desde la vivencia del niño, no necesariamente desde una mirada objetiva), es importante ayudar a los niños a integrar la experiencia.
El cerebro de los niños vive estos episodios desde su lado derecho. Es decir, desde la emoción. Lo que debemos tratar de hacer es integrar el hemisferio izquierdo y traer la lógica para que ayude al niño a entender lo ocurrido. Para lograr esto, una buena forma es reconstruir lo sucedido. Es decir, junto al niño, describir lo que pasó. Qué estaban haciendo? Qué medidas tomaron? Con quiénes trataron de comunicarse? Qué hicieron después?
En casos que haya sido vivido de una forma muy fuerte, es bueno repetir la historia varios días seguidos hasta que los niños lo hayan integrado y puedan continuar con su rutina. Al relatarla repetidamente, ayudamos a los niños a entender lo que pasó para comenzar a lidiar con el evento emocionalmente, procesar el miedo y continuar con sus rutinas.
A veces, instintivamente, creemos que si no tocamos el tema los niños se olvidaran de lo ocurrido. Por el contrario, esto deja a los niños confundidos sobre qué pasó y por qué. Están llenos de emociones fuertes y que los asustan y no se les está permitiendo lidiar con ellas de un forma efectiva.
Conversen con sus niños e indaguen cómo vivieron ellos el terremoto y todo lo que le ha seguido: réplicas, desórdenes, evacuaciones, noticias, cancelación de viajes, etc.
Mucha suerte y ojalá tengamos un 18 menos movido.
Lenka Kegevic
Psicóloga Educacional UC